Un hombre, distendido cómodamente en su cama, juega a que entre sus manos tiene un arma invisible: la sostiene por la culata, abre el tambor para colocar las balas virtuales, lo cierra, presiona el martillo, apunta milimétricamente a diferentes objetivos que se hallan en su habitación. Ve de pronto a su mujer entrar por la puerta; lúdicamente, como si de verdad disparase, le apunta y aprieta el inexistente gatillo.
La mujer, envuelta en sangre, se desmorona como un castillo de naipes hacia el piso.
La mujer, envuelta en sangre, se desmorona como un castillo de naipes hacia el piso.
1 comentario:
enagencaión mental? el tipo siente que es todo imaginacion pero en realidad esta ahi de verdad? o todo es un sueño? me dejas turbada...
Publicar un comentario