Los axiomas de los lugares comunes adquieren muy diversas formas, y se refugian en construcciones triviales que la gente usa sin pensar, aplicándolos cuando la situación lo amerita. Pero ni bien uno se pone a razonar seriamente el tema, puede llegar a vislumbrar cosas que adquieren forma propia, y los mencionados lugares comunes comienzan a desintegrarse gota a gota en el océano de su propia contradicción.
Una frase de amplia difusión popular dice que “las leyes fueron hechas para romperse”. Nótese la hiperbólica arquitectura del nonsense y su arrogante finalidad. Esta simple oración pretende eliminar todo el sistema legal, pretende contradecir la esencia de la organización humana. ¿Por qué molestarse en crear leyes, si acabarán por desobedecerse? Pero eso no es lo que nos ocupa: el título de este artículo es Refutaciones y precisamente eso es lo que haremos: refutar esta frase.
Una breve serie encadenada de razonamientos nos permite arribar a la siguiente conclusión: primero, una frase normativa que pretenda erigirse por sobre todas las demás leyes existentes dentro de una sociedad constituirá una suerte de supra-ley. Esto lo permite también el hecho de que una enorme cantidad de gente hace uso de esa supra-ley, y esta masificación la justifica.
Por consiguiente, si la sentencia “las leyes fueron hecha para romperse” constituye también una ley en sí misma (ley que no es sistemática, sólo instaurada por la vulgar infección de los lugares comunes), y nos guiamos por su finalidad anárquica, debemos deducir que esa ley también fue hecha para romperse, y la única manera de quebrar dicha ley es, paradójicamente, no quebrar todas las demás. En definitiva, el verdadero mensaje que nos quiere transmitir la frase “las leyes fueron hechas para romperse” es que no debemos romper esas leyes. Y así, reductio ab absurdum, la “ingeniosa” máxima cae en la circular paradoja de su propia naturaleza irracional.
Una frase de amplia difusión popular dice que “las leyes fueron hechas para romperse”. Nótese la hiperbólica arquitectura del nonsense y su arrogante finalidad. Esta simple oración pretende eliminar todo el sistema legal, pretende contradecir la esencia de la organización humana. ¿Por qué molestarse en crear leyes, si acabarán por desobedecerse? Pero eso no es lo que nos ocupa: el título de este artículo es Refutaciones y precisamente eso es lo que haremos: refutar esta frase.
Una breve serie encadenada de razonamientos nos permite arribar a la siguiente conclusión: primero, una frase normativa que pretenda erigirse por sobre todas las demás leyes existentes dentro de una sociedad constituirá una suerte de supra-ley. Esto lo permite también el hecho de que una enorme cantidad de gente hace uso de esa supra-ley, y esta masificación la justifica.
Por consiguiente, si la sentencia “las leyes fueron hecha para romperse” constituye también una ley en sí misma (ley que no es sistemática, sólo instaurada por la vulgar infección de los lugares comunes), y nos guiamos por su finalidad anárquica, debemos deducir que esa ley también fue hecha para romperse, y la única manera de quebrar dicha ley es, paradójicamente, no quebrar todas las demás. En definitiva, el verdadero mensaje que nos quiere transmitir la frase “las leyes fueron hechas para romperse” es que no debemos romper esas leyes. Y así, reductio ab absurdum, la “ingeniosa” máxima cae en la circular paradoja de su propia naturaleza irracional.
Se me objetará que, pese a acometer contra los lugares comunes, he hecho uso también de esos lugares para activar la maquinaria de mis argumentos: yo replicaré que no he hecho sino utilizar el lugar común para destruir al propio lugar común, he descorrido los velos que encubren la contradicción de esos lugares.
No se si he triunfado, o la asfixiante presencia de los lugares comunes ha ahogado mi intención.
4 comentarios:
La idea de la frase es simple y, al parecer, escapó a tu comprensión.
No es una invitación a quebrantar las leyes porque sí, es en cambio un llamado a no seguirlas ciegamente.
La frase completa sería: "Las leyes fueron hechas para romperse en el momento y lugar indicados".
La ley es sólo una proposición aplicable oportunamente a la mayoría de las situaciones, pero en ciertos casos es imprescindible pasarla por alto.
Obviamente ese momento y lugar lo decide cada uno en base a su moral.
Evidentemente, tu tampoco entendiste la interpretación del axioma.
Lo que hay que interpretar verdaderamente es al que hace las leyes, las leyes no son iguales en todas partes, y cual es la finalidad de una supuesta ley, por consiguiente, vayamos a lo básico, fijense del caso napster (programa para compartir música) existen leyes que se generan con un próposito y con una finalidad espeifica, en este caso fue protección a las disqueras, pero si no se hubiera roto la ley que protegia al mercado de las disqueras, nos hubieramos atrasado con la tecnoligia, entonces pot lo que a mi respecta, es una frase motivacional y emancipadora, para evitar que los que ponen las reglas del juego no dejen ganar al visionario. Una pregunta! ¿que le sucedió a la primera persona que dijo que la tierra era redonda?
El razonamiento que sigues termina en contradicción; pero esa no es una lectura realista de la frase; la frase se utiliza para referirse al quebrantamiento de las leyes que quieres y cuando quieres, no detemina la obligación de quebrarlas, es decir habla anarquía. pero si lo que buscamos son frases relamebente realistas debemos ver para otro lado, ahí tienes uan frase que creo que era de Ciceron: "Las leyes son redes hechas para atrapar a los débiles, los fuertes son capaces de romperlas"
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