jueves, 26 de abril de 2007

Tres relatos fantásticos

UN AUTÉNTICO FANTASMA
¿Habría algo más prodigioso que un auténtico fan­tasma? El inglés Johnson anheló, toda su vida, ver uno; pero no lo consiguió, aunque bajó a las bóvedas de las iglesias y golpeó féretros. ¡Pobre Johnson! ¿Nunca miró las marejadas de vida humana que amaba tanto? ¿No se miró siquiera a sí mismo? Johnson era un fantasma, un fantasma auténtico; un millón de fantasmas lo co­deaba en las calles de Londres. Borremos la ilusión del Tiempo, compendiemos los sesenta años en tres minutos, ¿qué otra cosa era Johnson, qué otra cosa somos nos­otros? ¿Acaso no somos espíritus que han tomado un cuerpo, una apariencia, y que luego se disuelven en aire y en invisibilidad?

De Sartor Resartus (1834), de Thomas Carlyle


EL GESTO DE LA MUERTE
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
—¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
—Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
—No fue un gesto de amenaza —le responde— sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.

Jean Cocteau.



GLOTONERÍA MÍSTICA
A orillas de un río, un monje tibetano se encontró con un pescador que cocía en una marmita una sopa de pescados. El monje, sin decir palabra, se bebió la mar­mita de sopa hirviendo. El pescador le reprochó su glo­tonería. El monje entró en el agua y orinó: Salieron los peces que había comido y se fueron nadando.

De Parmi les Mystiques et les Magiciens du Tibet (1929), de Alexandra David-Neel.

2 comentarios:

__m__ dijo...

OO madre!!!! el texto segundo es extremadamente autentico y el ultimo..........es....escalofriante...muy bueno.

Azhaag dijo...

Los tres textos son geniales, un saludo.

Azhaag